sábado, 28 de abril de 2012

QUE APASIONANTE PODER DISFRUTAR AUNQUE SOLO SEA UN INSTANTE, DONDE ESTUVIERON LOS GRANDES ESCRITORES...SOLAMENTE ROSAR U OBSERVAR CON NUESTROS OJOS, AQUELLOS OBJETOS O LUGARES QUE SIRVIERON DE INSPIRACION...

Hoteles literarios se expanden por Europa
Una guía de lugares donde durmieron cèlebres escritores. La habitación 217 del Gran Hotel La Perla alojó a Hemingway y hoy está a disposición de los huéspedes.
El Gran Hotel La Perla
La habitación 217 de este hotel de Pamplona, donde Ernest Hemingway solía alojarse, quedó intacta y a disposición de los huéspedes. En Pamplona el escritor ambientó «Fiesta», uno de sus libros más conocidos, durante las celebraciones por el encierro de toros. Hemingway visitó varias veces la ciudad navarra, cuyos lugares forman parte de un itinerario para los amantes de su obra: el Txoko, el café Iruña y el café Kutz son imperdibles.
Fairmont Le Montreux Palace
Hay quien recuerda aún en la localidad suiza de Montreux a Vladimir Nabokov cuando iba a cazar mariposas, una de sus mayores pasiones. Tanto que un día declaró: «Amo la escritura y la caza de mariposas, los placeres más intensos que pueda conocer un hombre». El autor de «Lolita» se mudó al lago Leman en 1961, residiendo hasta su muerte en una suite del Palace de Montreux. El hotel con vista al lago, que se remonta a 1906, ofrece a sus huéspedes una atmósfera elegante y lujosa.
Pera Palace
En 1889, el Orient Express llegaba por primera vez a Estambul, y seis años más tarde se inauguró el Pera Palace Hotel. Ideado para recibir a los viajeros que desde París se aventuraban al Bósforo, pronto se convirtió en la meta preferida de numerosos intelectuales de paso por la ciudad turca. Agatha Christie encontró allí inspiración para su célebre «Asesinato en el Orient Express», durante una de sus estadías en el Pera Palace, precisamente en la habitación 411, ahora convertida en museo en su honor.
Grand Hotel de Cabourg
Este hotel de Normandía tiene una ubicación privilegiada sobre la costa de La Mancha. Fue la meta favorita del escritor francés Marcel Proust, que lo inmortalizó en «En busca del tiempo perdido» bajo el nombre de Grand Hotel de Balbec. Proust era un visitante regular, y su habitación se mantuvo intacta. Habitaciones espaciosas, balcones que dan al mar, amplias terrazas y lujuriosos jardines lo convierten en una inolvidable experiencia para los sentidos.
Grand Hotel Et de Milán
Fue el elegido del gran esteta Gabriele DAnnunzio durante sus estadías en la capital lombarda. El destino de este hotel inaugurado en 1863 está vinculado con los huéspedes que lo eligieron como residencia durante sus visitas a la ciudad. Entre ellos, Giuseppe Verdi, Giacomo Puccini y María Callas, con suites que les están dedicadas. El hotel ofrece una atmósfera elegante propia de un edificio histórico, combinada con la más moderna tecnología.
Hotel Elephant de Weimar
A dos pasos del Teatro Nacional, en la plaza central de Weimar, se encuentra el Elephant Hotel, una estructura histórica que se remonta al siglo XVII. A lo largo de los siglos residieron en el lugar célebres autores, desde León Tolstoi hasta Thomas Mann, pero el nombre del Elephant está vinculado para siempre con Goethe. El edificio es una síntesis armónica de varios estilos, del Art Déco al Bauhaus, y dispone de 99 habitaciones ideadas para ofrecer a los huéspedes una estadía de alta calidad. Cerca, la biblioteca Anna Malia Herzogin y las casas de Goethe y de Schiller fascinan a los amantes de la literatura.
Palacio Estoril
Estoril, sobre la costa portuguesa, albergó durante la Segunda Guerra Mundial a numerosos miembros de la aristocracia europea y muchos espías que huían de las dictaduras dominantes en su tiempo. Tanto que la región fue bautizada como «costa del rey». Las historias de intrigas y espionajes relacionadas con la época inspiraron a uno de los huéspedes del Palacio Estoril, el escritor Ian Fleming, para escribir algunas de las novelas de la saga de James Bond: incluso algunas escenas de sus películas se filmaron dentro del hotel.
The Cadogan de Londres
Construido en 1887, es conocido por las escaramuzas amorosas entre sus ilustres huéspedes, entre ellos el rey Eduardo de Inglaterra, la actriz británica Lillie Langtry y el escritor y dramaturgo Oscar Wilde. Situado en las cercanías de Hyde Park, Buckingham Palace y diversos museos, el Cadogan se encuentra en el corazón de las atracciones turísticas y culturales de Londres. Sus 65 habitaciones y suites están decoradas en estilo eduardiano interpretado en clave moderna.
Algonquin Hotel
En los años de la primera posguerra, un círculo de intelectuales norteamericanos se reunía en una de las suites del Algonquin Hotel de Nueva York. El club, conocido como la «mesa redonda del Algonquin», contribuyó a la creación del New Yorker y tuvo cierta influencia con escritores de la época como Hemingway y Scott Fitzgerald. El autor del «Gran Gatsby» se alojó aquí varias veces. El hotel reabrirá sus puertas en mayo, tras una serie de trabajos de conservación.
Concorde Lutetia
James Joyce escribió una parte del «Ulises» en una de sus estadías en el Lutetia de París. También André Gide, Picasso y Saint Exupéry se alojaron en el hotel, construido en 1910 por voluntad del dueño de las tiendas Bon Marché, que quería una ubicación de lujo para sus clientes. Ocupado por el Ejército nazi durante la guerra, fue reabierto al público con todo esplendor, incluyendo un spa y la conocida Brasserie Lutetia.

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